Existe en la ciudad de Bangkok (Tailandia),
concretamente
en un lugar conocido como Samut Prakan, un extraño pero
fantástico y sorprendente museo que, de inmediato, atrae la
atención del visitante antes de acceder a él.
No es muy conocido, incluso para los propios habitantes de Bangkok. Yo
llegué al conocimiento de su existencia cuando visitaba,
hace ya
un año, el impresionante Santuario de la Verdad (cuyas
fotografías están expuestas en esta web) en los
alrededores de Pattaya. El promotor y financiero fue un
multimillonario filántropo llamado Khun Lak Viriyapant
quién encargó la construcción de este
santuario y
que hoy en día se encuentra todavía en fase
constructiva.
Se había atrevido, además, con la
financiación de
otras dos fabulosas obras; el Museo Erawan y la Ciudad Antigua.
Este museo se terminó, para abrirlo al público,
en el
año 2006, cuando ya su promotor y financiero
había
fallecido (año 2000). La obra civil del museo
está
rodeada por un
parque poblado completamente por árboles y plantas
exóticas bordeando los caudales de agua que lo atraviesan en
todas las direcciones. A lo largo de las fotografías
podremos
contemplar las preciosas estatuas que se encuentran en los
más
variados rincones.
Al
acercarnos al complejo que alberga el museo nos sorprendemos ante la
impresionante mole que representa un elefante de tres cabezas; un
"Erawan", situado en la cúspide del edificio principal.
Sus nada desdeñables dimensiones, rondan los 44 metros de
altura
por 29 metros de ancho. El peso del cuerpo del elefante es de 150
toneladas y el peso de sus tres cabezas, del orden de 100 toneladas. El
Erawan completo y vacío no es inferior a las 250 toneladas.
Todo este peso se encuentra soportado por un pedestal de 15 metros de
altura, en cuyo interior se exponen verdaderas joyas del arte oriental
distribuidas en dos plantas.
Se
dice que el Museo Erawan fue inspirado en la mente de Khun Lak
Viriyapant debido al enorme deseo de preservar su
importantísima
colección de antigüedades y poder aportarlas como
una
contribución al patrimonio cultural tailandés.
Muchos de esos
objetos, valiosas obras de arte, son considerados como sagrados para
las gentes de cultura oriental.
En
la fotografía inferior se observa una enorme placa colocada
a la
entrada del Museo en la que se puede contemplar la
fotografía
del señor Khun Lak y su esposa.
El
diseño de éste complejo surgió ante
una propuesta
que le hizo un especialista occidental, el cual le sugirió
construir un importante edificio en la ciudad con forma de manzana. La
idea propuesta fue del agrado del filántropo
tailandés,
sin embargo pensó que para cultivar las tradiciones
orientales
sería mucho más adecuado que el edificio adoptase
la
forma de Airavata, el elefante celestial según la
mitología hindú y que en Tailandia se denomina
"Erawan".
Representaría
el centro del universo y en consecuencia, sería el
corazón espiritual de la tierra, lugar en el que
se
guardarían los objetos sagrados de la cultura oriental.
Su
creador, Khun Lak Viriyapant, decidió recrear la
representación del Universo y que según la
mitología hindú consta de tres partes; el bajo
mundo, la
tierra y el cielo. Las dos primeras partes las sitúa en el
interior del pedestal y la tercera se concentra en el vientre del
elefante.
En la planta baja se encuentra el "inframundo" que alberga una
magnífica colección de cerámica y
muebles,
así como una magnífica colección de
jarrones
chinos de las dinastías Ming y QuinQ. También se
encuentra representada la historia de la construcción de
éste atípico museo.
La primera planta; "el mundo humano", están depositadas
preciosas obras de l arte oriental y también del occidental.
Incluye elaboradas figuras que representan seres de su
mitología
incluyendo, además, cerámica y
alfarería europea.
Se puede contemplar una preciosa estatua de Guanyin, la diosa china con
mil brazos.
La segunda planta; "Cielo Tavatimsa" se encuentra en el vientre del
elefante, al que se accede a través de una escalera de
caracol.
representa al que se encuentra en la cima del Monte Meru,
montaña mítica que se considera sagrada en varias
religiones. Se exiben estatuas y reliquias de Buda, odas ellas muy
antiguas y que en el pasado se encontraban en los grandes templos de
Ayutthaya (capital de Siam, hoy Tailandia), Tettanakosin, Lopburi entre
otras. El Cosmos se encuentra representado, entre bellos colores
azules, en las paredes internas del Erawan.
Las
tres cabezas del Erawan captadas desde la misma base del
museo.
Son impresionantes y al igual que las cobras, parecen hipnotizar al
visitante. La fotografía es de baja calidad ya que el
día
amaneció muy cenizo y los rayos del sol no lograban
atravesar
esas nubes bajas. La falta de una buena luz me impidió
captar
todos los detalles de la monumental figura.
La
fotografía se nuestra la entrada principal al museo, que
consta de una planta baja (es un semisótano), la primera
planta
a la que se accede por esta entrada y una segunda planta situada ya en
el interior del elefante al que se accede a través de una
escalera de caracol.